La localidad onubense de Galaroza celebra cada 6 de septiembre, la 'Fiesta de los Jarritos', en la que los vecinos se dedican durante buena parte de la jornada a mojar a todo aquel que pasa por las calles, todo ello en torno a la fuente de los Doce Caños. La fiesta cuenta también con la participación de centenares de visitantes, en todos los casos provistos de cubos para sumarse a una de las más singulares celebraciones de los municipios de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. La Fuente de Nuestra Señora del Carmen surte principalmente a todo aquel que participa en esta celebración, que recuerda el trabajo de los antiguos vendedores de cerámica que visitaban la localidad de forma habitual. En el XIX los vecinos compraban piezas de barro que probaban en la fuente mojándose entre ellos. Los orígenes de la Fiesta de los Jarritos se remontan al siglo XIX, cuando los alfareros extremeños de la comarca de Barros se detenían en el pueblo camino de la romería de la Reina de los Ángeles -de cuya Hermandad este año se celebra el 40 aniversario-, en la Peña de Arias Montano, en el vecino municipio de Alájar. Los vecinos de Galaroza solían comprar piezas de barro que probaban en la fuente, y se cree que el gesto de algún vecino anónimo que mojó a otro dio pie al inicio de la fiesta, en la que ninguna persona que llegue a la localidad en esa jornada está libre de ser mojada. Para recuperar estos orígenes de la celebración, en Ayuntamiento de la localidad serrana ha hecho un importante esfuerzo para repartir una gran cantidad de piporros tradicionales de barro para ser usados en la fiesta.
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