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                   El entorno

         Sus raíces árabes ofrecen edificios muy hermosos. Su casco urbano fue amurallado y aún se conservan restos de muralla almohade.

El Torreón: situado en la parte inferior del pueblo, cerca del antiguo matadero. Se trata de uno de los restos, junto con la Torre de las Harinas, de la vieja muralla que rodeaba la villa contra las agresiones exteriores. Este enclave es hoy un inmejorable mirador desde el que observar la dehesa y el cauce de la presa.

         La Iglesia de la Purísima Concepción, gótico-renacentista, obra de Hernán Ruiz. Esta iglesia se encuentra en una plaza declarada Conjunto Histórico Artístico, en donde se encuentra también la Casa Consistorial, obra de Hernán Ruiz, hecha de cantería en el s. XVI. Desde esta plaza se puede recorrer el Paseo de los Alcaldes, mirador de la sierra.

           La capilla de San Sebastián, la Ermita de Santa Zita, la Ermita de Ntra. Sra. Del Puerto, son otros lugares que merecen ser visitados.

Humilladero de San Sebastián. S. XVIII. Se trata de la antigua capilla del viejo cementerio de Zufre. En su interior siempre había un ataúd vacío. En el último tercio del S. XX se derribó el muro que rodeaba el recinto, se empedró y se colocaron árboles y bancos, convirtiéndose en un nuevo espacio de ocio para los vecinos.
        Pero desde está página se trata de animaros a visitar el entorno del pueblo, motor de la actividad económica de la villa hasta el pasado siglo. Os recomiendo recorrer el camino que lleva al pantano de Zufre, a 6 Km. de la localidad y el que lleva a la antigua estación de ferrocarril, a 3 Km. del pueblo.

   Zufre conserva casi 30.000 hectáreas de espacio forestal donde sobresalen las dehesas y formaciones de matorral noble.
Sus recursos van parejos a la extensión en kilómetros del término municipal, 340 km2, el tercero de la provincia, dominado por su vocación forestal y carácter accidentado, si bien el relieve no alcanza las alturas de la parte central del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Sobre éstas se extienden vastos cotos de caza en los que se han ido introduciendo aprovechamientos cinegéticos de caza mayor y menor, disfrutados en general por muy pocos afortunados, aunque en algún caso son de titularidad pública, como la dehesa de Jarrama, en las proximidades del afluente del Odiel del mismo nombre.

El tramo meandriforme de la Rivera de Huelva comprendido entre la presa del embalse de Aracena y la cola del de Zufre mantiene su valor medioambiental, especialmente por la riqueza de aves, peces y anfibios.

Zufre se ubica a 446 metros de altitud, en la vertiente Sur del cerro La Solana, en la Sierra del Zorrero, que, a su vez, forma parte de las estribaciones orientales de la Sierra de Aracena. A una distancia de 131 Kms. de la capital, posee un término municipal de 34.070 has., el tercero más extenso de la provincia de Huelva. Se trata de un territorio amplio, «montuoso y muy desigual, cubiertos por riscos y monte bajo, de secano y mediana calidad, (…) y cuya producción más general es la bellota, siendo mucha la caza de conejos, perdices, vendos y jabalíes».

El relieve lo articulan un conjunto de estribaciones, en su mitad norte, recorridas por la Rivera de Uerba. Son las sierras de El Zorrero, 668 metros, del Membrillo, 582, Cucharera, 687, y Sta. Ana con 490 metros. Conforme nos aproximamos al núcleo urbano, las sierras dan paso a un relieve mas difuso caracterizado por lomas aisladas de mayor altura. Destacan el Cerro Valdemaría, 707 metros, y la Loma El Zorrero con 689. Por el Este, la altitud disminuye hasta los 335 metros alcanzados en el Puerto de las Lobillas. La zona meridional del término, surcada por el Arroyo Rey, posee relieves de menor entidad, como Sierra Vicaría, 599 metros, y Cumbres de la Dehesa con 589 metros. Consta este espacio de numerosas fuentes como Corchito y Albarderos. Estas son utilizadas para abrevaderos, riego de pequeños huertos y abastecimiento de cortijadas.

La articulación de la red de drenaje la realiza la Rivera de Uerba, que, en puertas del término, ha de rendir tributo al hombre encerrando sus aguas en el embalse de Aracena. Éste, con una capacidad de 129Hm3, ocupa una superficie de 884 has., compartida entre diferentes términos. Es propiedad de la Confederación Hidrográfica del Gualquivir y tiene la finalidad de abastecer de agua a Sevilla y su área metropolitana, además de la energía hidroeléctrica. Una vez liberadas, las aguas continuaran por las tierras de Zufre en dirección Sureste, siguiendo un recorrido meandriforme. Por la margen izquierda, recibe el aporte de la Rivera de Hierro, los barrancos del Encinar y Cucharera, y el arroyo del Bezo. De nuevo, es retenido el caudal en el embalse de Zufre, donde recibe a los afluentes de Pola y Malasalas. Más adelante, le tributan los barrancos Riscos Pardos y Alamos, ente otros.

La formación geológica de las tierras zufreñas procede de la Era Primaria. A partir de ella, se conformaron pizarras y cuarzitas que dieron lugar a suelos de tierra parda meridional. Así, el relieve aparece unas veces con formas suaves y otras se quiebra en espléndidos manchones cuarcíticos. El núcleo urbano se halla sobre una franja de calizas y dolomias del Cámbrico perteneciente a un largo y estrecho complejo calcáreo de se extiende desde Aracena al sur del término, se dan pizarras y cuarzitas del período Devónico que, en sus extremos, posee intercalaciones de tobas, lavas ácidas y granitos, pertenecientes al complejo granítico Sta. Olalla-La Granada. Las rocas intrusitas se extiende sobre el 58% del término, ricas en piritas ferrocobrizas, aún sin explotar. El relieve presenta fuertes pendientes, un 72% de la superficie se sitúa por encima del 15%, pero la dureza de los materiales y la cubierta vegetal permiten que el riesgo de erosión sea bajo o moderado en la mayor parte del territorio.