LA LUCHA CONTRA LAS EPIZOOTIAS
Por Diego A. Velázquez Mallofret
A las precarias condiciones de vida que el hombre del campo debía soportar en Zufre a principios de siglo se sumaba la lucha diaria contra las propias adversidades naturales. Las epizootías visitaban las haciendas y diezmaban la ganadería.
La peste porcina, la lengua azul, la pepita y las plagas de langosta eran los enemigos más importantes del ganado.
Peste porcina
La peste porcina africana era la más grave de las epizootías que afectaban al ganado de Zufre. Los focos aparecían periódicamente, con más o menos intensidad, y llegaron a acabar con la vida de más de un millar de cerdos en un solo año.
Este dato es aún más preocupante si se tiene en cuenta que la cabaña ganadera porcina era la más importante de todas. En los años 40, el censo porcino llegó a alcanzar los 18.000 ejemplares en una sola temporada en el término de Zufre.
Debido a la aparición frecuente de focos aislados de peste porcina en Zufre, el 8 de septiembre de 1960, la localidad es considerada zona de cobertura y alarma sanitaria.
Guarra en la dehesa.
El 2 de diciembre de 1961, el Alcalde del pueblo prohibe la entrada de bellotas de otras provincias para intentar evitar la propagación de la epizootía.
En 1962, la aparición de un foco en la finca la Cervera obliga a adoptar nuevas medidas de prevención, como son la inmovilización del ganado y la prohibicón de adquirir chacina procedente de pueblos contaminados.
El estudio del origen de los focos revela que en un elevado porcentaje se debe al consumo por parte del ganado porcino de residuos de la alimentación humana: carne y productos del cerdo que provienen de reses sacrificadas sin que hayan sido controladas debidamente.
En 1967, La Jefatura Provincial de Sanidad obliga al reconocimiento sanitario de los jabalíes, toda vez que se habían detectado casos de triquinosis en personas que habían consumido estas carnes.
El 15 de septiembre de 1971, la grave situación planteada en la explotación del ganado porcino por el aumento del número de focos de la epizootía de peste porcina africana obliga a la adopción de medidas mucho más enérgicas.
En este sentido, las autoridades obligan a sacrificar los cerdos para el consumo familiar en el matadero municipal, y no en el domicilio particular, como era costumbre en las épocas de normalidad sanitaria.
Conforme a una circular de la Jefatura Provincial de Sanidad correspondiente al año 1965, el particular debía abonar al veterinario en el momento del reconocimiento del cerdo diez pesetas por ejemplar si era sacrificado en el matadero y 20 en el domicilio particular.
Las matanzas se realizaban en las estaciones frescas: invierno y otoño. El consumo de productos del cerdo se encontraba muy generalizado, baste decir que de 1950 a 1954 se sacrificó una media de 402 cerdos anuales en el capítulo de matanzas domiciliarias. Este procentaje se redujo a 277 en el período que va de 1955 a 1959.
Las plagas de langosta
En el año 1901, un foco de langosta destructora apareció en la finca El Multar que rápidamente se extendió a otras haciendas. Las Quemadillas, con 12 hectáreas; Juan de la Nava, con 9; y el Majadal de la Cana, con 6; fueron las zonas más perjudicadas. La plaga afectó a un millar de hectáreas.
Ese mismo año, y de conformidad con la ley de 10 de enero de 1879, se constituyó en Zufre La Junta Municipal de Extinción de la Langosta.
La Junta, ante la falta de gasolina para la quema del saltón, autoriza a los propietarios a destruir el insecto de la forma que crean más conveniente.
Ante los buenos resultados que la presencia del cerdo parece dar a algunos ganaderos, la Junta recomienda "la introducción de ganado porcino mañana y tarde en los terrenos afectados, siempre y cuando los dueños de las piaras se muestren conformes".
Lengua Azul
El 28 de agosto de 1956, una circular de la Jefatura Provincial de Ganadería de Huelva incluye a Zufre como zona sospechosa de la epizootía denominada Fiebre Catarral Ovina, más conocida como Lengua Azul, debido al color que adquiría este órgano muscular en los animales afectados.
Unos días más tarde, a principios de septiembre de 1956, se constituye en Zufre la Junta Local de Lucha contra la Fiebre Catarral Ovina.
La enfermedad afectaba fundamentalmente a las ovejas -en los años 50, la epidemia acabó con más de un centenar de ovejas en la finca la Nava-, si bien también incidía en el ganado bovino y caprino.
Ovejas en laNava:29.10.08. La imagen está tomada en la dehesa La Nava, finca situada entre Zufre y Santa Olalla. En ella se aprecia a un grupo de ovejas custodiado por un perro Mastín.
Algunas de las recomendaciones que se realizaron para prevenir la aparición de la enfermedad fueron la inmovilización del ganado; el recogimiento de los animales en apriscos o rediles a la puesta del sol; y la impregnación de los animales de las especies bovina, ovina y caprina con insecticidas cada seis días. Para los animales ya afectados, se prohibía su simple aislamiento y se exigía su sacrificio inmediato sin derramar sangre. Además, los cadáveres debían ser destruidos por el fuego en zanjas y enterrados con cal viva.