La tierra que une las provincias de Sevilla, Badajoz y Huelva está plagada de pueblos serranos de nombres tan conocidos como Jabugo, de bosques de alcornocales y castillos medievales
GERENA-ARACENA
La sierra en todoterreno
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Después de un buen desayuno, uno arranca el coche con alegría. Es uno de esos típicos días fríos andaluces. Cuando el sol suba, la temperatura va a ser perfecta. Nuestro todoterreno nos va a permitir pasar del asfalto a la grava con dignidad. Con la tranquilidad de saber que podemos detenernos en los parajes más secretos de la Sierra de Aracena.
Tras pasar la noche en Sevilla, pasamos Gerena y El Garrobo, pueblos llenos de propuestas para un turismo rural que está dando nueva vida a la comarca. Cortijos adaptados a los tiempos modernos para vivir como un señorito moderno.
Nuestro primer destino será La Alcornocosa, un pueblo cercano al límite territorial con Huelva, y cuyo nombre lo dice todo sobre el paisaje que lo envuelve. La carretera deja de ser nacional y tomamos una local con infinitas curvas que, a unos kilómetros del desvío de La Alcornocosa, se va adaptando a la forma del embalse de Zufre.
A ambos lados del camino, los bosques se van espesando mientras nos acercamos a Zufre, un pueblo que aparece colgado sobre una roca y que guarda restos romanos en su iglesia parroquial, con cimentación de mezquita. Las calles de Zufre son de aire moruno en su trazado, pero las casas son cristianas, de los siglos XVI y XVII. Es una buena parada para comprar algún tentempié para el resto de la ruta, que a partir de aquí toma senderos mucho menos cómodos. Se trata de una carretera sin asfaltar que se dirige hacia el norte, entre sierras que se aclaran en bosques de alcornocales y encinas al llegar ya casi a Arroyomolinos de León, con una parada inevitable para asomarse por el Mirador del Cerro del Bujo. Parada obligada y... foto.
LAS TRES CUMBRES
Hacia el oeste parte de nuevo una carretera local estrecha y llena de curvas en la que se disfruta del paisaje y de la conducción en solitario. Queda poco para llegar a otro pueblo serrano, Cañaveral de León, famoso por sus cocidos y gazpachos. Estamos en el límite con Badajoz y esto se nota tanto en el paisaje como en la gastronomía. Continuamos hacia el oeste para hacer parada en Hinojales, y por una estrecha carretera de montaña descendemos hasta Cumbres Mayores que, con Cumbres de Enmedio y Cumbres de San Bartolomé, forma la zona conocida como de las tres Cumbres. Cumbres Mayores se reconoce por su castillo de origen romano en lo alto, el de Sancho IV.
Volvemos ya cómodamente hacia la zona más visitada y poblada, cuya capital simbólica y gastronómica es sin duda Jabugo. Antes, merece una parada el pueblo de Galaroza, bellísimo y serrano, y desde luego, hacer una escapadita hacia el oeste para conocer Cortegana, Aroche y Almonaster la Real, tres visitas imprescindibles para decir que uno ha estado en la sierra. Almonaster la Real es otra de esas poblaciones serranas dominadas por su castillo queconserva restos de una mezquita de la época califal. Sus calles estrechas dejan ver bellas casas mudéjares y góticas y su ermita de Santa Eulalia está declarada Monumento Nacional.
LA VILLA DE AROCHE
De Almonaster a Cortegana recorremos siete kilómetros de bellísima carretera que tienen como punto final la figura del castillo medieval de Cortegana dominando el paisaje, camino de la villa de Aroche, tan antigua que ya figura en un mapa hecho en la época del emperador Constantino. Su castillo es del siglo XII, pero no es su único monumento. Las guías hablan de una iglesia gótico-renacentista, un convento del siglo XII y un interesante museo arqueológico municipal. Para los amantes de la Prehistoria hay numerosos dólmenes y menhires en el lugar conocido como Piedras del Diablo. También quedan vestigios romanos: los restos de una calzada y los de un anfiteatro del siglo II. Pero la gran joya de Aroche son los llamados Picos de Aroche, con dos parajes naturales protegidos: la Peñas de Aroche y la Sierra Pelada y Rivera del Aserrador, en los que el matorral mediterráneo alterna con repoblaciones de eucaliptos y pinos.
La vuelta por Fuenteheridos no reviste ninguna complicación y se puede hacer tranquilamente, visitando esta localidad, Los Marines y por supuesto Aracena, con las grutas más bellas de Europa. Fuenteheridos está situada junto a un manantial que deja caer su poderoso chorro por la Fuente de los Doce Caños. En la carretera que va de Gerena a El Garrobo se encuentra El Morrito, una propuesta irresistible con sabor campero, sobre todo para los amantes de la equitación. Estamos también en las primeras elevaciones de Sierra Morena, donde cambia el paisaje. El Morrito es el típico cortijo andaluz de principios de siglo en el interior de una finca de 150 hectáreas. En sus cuadras se pueden observar bellos caballos españoles y cruces de hisponoárabes y anglo-hispanos. En el interior domina la sencillez y el estilo rural, con alcobas en el ala más antigua. Un buen lugar para la noche final.
GUIA PRACTICA
DORMIR. Hay numerosas posibilidades. En Gerena (Sevilla): El Esparragal (Ctra. de Mérida, km. 21; tlf: 95 578 27 02). El Morrito (Ctra. Gerena-El Garrobo, km. 5,5; tlf: 95 492 02 40). En Jabugo (Huelva): La Silladilla (Los Romeros; tlf: 959 50 13 50). En Zufre (Huelva): casa Buena Vista, en un altozano del pueblo (tlf. 676720964). En Aracena (Huelva): Sierra de Aracena (Gran Vía, 21; tlf: 959 12 61 75). Galaroza Sierra (Ctra. Sevilla- Lisboa, km. 69,5; tlf. 959 12 32 37). Rústico con buenas vistas.
COMER. Esta ruta es perfecta para los amantes de la cocina andaluza. Además de la calidad, en sus restaurantes reinan los precios económicos. En Jabugo destaca el mesón Sánchez Romero Carvajal (959 12 15 15). En Aracena, el restaurante José Vicente (Avda. de Andalucía, 53; tlf: 959 12 84 59). En Galaroza: Restaurante Galaroza Sierra (Abajo, 1; tlf: 959 11 72 37). Y en Cortegana: Titús (Ctra. Sevilla-Lisboa, s/n; tlf: 959 12 12 04).
COMPRAS. Embutido y buenos jamones en toda la comarca, pero sobre todo en las bodegas jamoneras de Jabugo. Por ejemplo, Sánchez Romero Carvajal tiene tienda al pie de la carretera y Casa Irene, en la Plaza Mayor, vende excelentes perniles, morcones y caña de lomo. También se pueden comprar en el matadero de El Replado o en cualquier aldea donde es fácil encontrar mataderos y almacenes con productos del cerdo, el auténtico rey de la comarca. Por otro lado, es interesante descubrir la artesanía del cuero y del corcho, así como la cerámica de la zona. En Cortegana todavía se fabrican romanas (balanzas antiguas). Hay que buscarlas en Frenería y Romanas López (Pedro Maestre, 9; tlf: 959 13 12 88). Un buen recuerdo puede ser también alguna pieza de cerámica de tradición árabe, así como la marroquinería trabajada artesanalmente.