Rutas geológicas
Lo que en Geología se denomina Macizo de Aracena forma parte distinguida de una gran franja de rocas metamórficas muy antiguas que se extiende desde Portugal a Sevilla. Esta franja, a su vez, no es sino una parte del gran orógeno (sistema de cordilleras de orientación y características similares) que se formó en Europa, Africa y Norteamérica, hace unos 300 millones de años.
Llamado Orógeno Hercinico, se produjo principalmente por el choque de varios continentes y subcontinentes que iban a la deriva. Se supone que Armórica (Iberia, Francia, Centroeuropa, Norte de Marruecos), más o menos asociado al supercontinente Gondwana (Sudamérica, África, Arabia, India, Antártida, Australia) fue aplastado entre éste y Laurentia (Apróx. Norteamérica con Escocia e Irlanda) perteneciente al supercontinente Laurasia. Los choques y soldaduras de continentes llevaron a la unificación de todos ellos en el supercontinente Pangea que reunía todas las masas continentales y que hace 200 millones de años empezó a fragmentarse para dar el mapa mundi que todos conocemos hoy.
De este modo, podemos considerar la región de Aracena como la antigua huella de la soldadura de Armórica (Incluso Gondwana) hacia el N, con Laurasia. hacía el S. De hecho, la mayor parte de la actual provincia de Huelva fue en otros tiempos Laurasia y sólo desde Aracena hacia el N encontramos el antiguo borde continental de Armórica. Esto hace que nuestra zona tenga un interés excepcional para la comprensión del comportamiento de nuestro planeta en aquellos tIempos pretéritos, y que por ello haya sido y siga siendo estudiada por especialistas de todo el mundo.
En concreto. el Macizo de Aracena es una alineación montañosa de orientación NW-SE que va desde esta localidad hasta Aroche, incluyendo las poblaciones de Cortegana. El Repilado. Los Romeros, Santa Ana, Jabugo. Galaroza, Castaño del Robledo, Alájar, Fuenteheridos, Los Marines, Linares de la Sierra y la propia Aracena. En sus limites quedan Almonaster, al sur y La Nava y Navahermosa al norte. Fuera del macizo. pero cercanas a él, están las poblaciones de Valdelarco. Cortelazor, Castañuelo y Carboneras.
Las rocas más abundantes son mármoles asi como otras rocas sedimentarias y volcánicas más o menos metamorfizadas, cuya edad nunca es menor de los 550 millones de años, generalmente mucho más.
A continuación proponemos algunas rutas que nos permitirán conocer someramente los materiales del macizo y de sus zonas aledañas. para luego pasar a señalar algunos lugares donde pueden observarse distintos fenómenos geológicos.
La numeración kilométrica a la que se hace referencia a lo largo de las rutas puede haber cambiado desde que se elaboraron estos itinerarios (1995). El nuevo trazado de la N-433 Sevilla-Lisboa, si por una parte introduce confusión por el cambio de referencias kilométricas, por otro añade interés al itinerario al haberse practicado abundantes desmontes que dejan al descubierto la roca que atraviesa, facilitando su estudio y la toma de muestras.
1. Un punto de partida: el Castillo de Aracena.
La subida al Castillo de Aracena es una buena oportunidad para admirar el bello paisaje serrano y conocer la arquitectura medieval que allí nos espera. Pero es además un punto de observación excepcional de la geología de la zona. Pasando la iglesia. la pista nos lleva a un estupendo mirador improvisado hacía el sur. Comencemos nuestras observaciones aquí:
Estamos sobre los mármoles de Aracena, que pueden verse al lado de la pista. y que albergan, mucho más abajo, la famosa Gruta de las Maravillas. Esto es Armórica.
Hacia el N la vista se nos pierde en cerros y sierrezuelas del Macizo: dolomías, tobas volcánicas metamorfizadas, gneises, esquistos, algunas rocas magmáticas. etc. Más al N acaba el Macizo pero sigue el Orógeno Hercinico, siempre dentro de Armórica: el valle de la Rivera de Huelva, que discurre entre esquistos y rocas detriticas, y al fondo la pizarrosa Sierra de Hinojales.
Si ahora volvemos la vista al sur nos toparemos con las sierras del Oso, Navamorales y Castellanos, hacia Campofrio. Estamos contemplando el margen de Laurasia, supercontinente al que perteneció todo lo que hay desde esas sierras hacia el sur. Otros autores hablan de un arco de islas frente a Armórica, tal como lo es hoy Japón frente a Asia.
Entre Aracena y estas sierras se extiende un ancho valle ocupado principalmente por unas rocas metamórficas poco resistentes a la erosión llamadas anfibolitas: son los restos muy alterados y deformados de la antigua corteza oceánica que antes de la orogenia iba subduciendo lentamente baío Armórica y que, al producirse el choque bicontinental, quedó atrapada entre los dos colosos, marcando la sutura de la colisión.
2. Un largo recorrido por el Macizo.
Para conocer cómodamente la mayoria de los materiales del Macizo de Aracena tomaremos la crta. N433 Sevilla-Lisboa en dirección a Cortegana. El segmento Aracena-Los Marines nos permite conocer los tramos mas modernos del conjunto, que rondan los 570 millones de años de edad. Son dolomías. perfectamente observables en varias canteras a pie de carretera, y rocas volcánicas mas antiguas que están metamorfizadas y presentan aspecto esquistoso. Estas son, con mucho, las más abundantes y fácilmente observables en cortados y trincheras. Por ellas discurre la crta. desde Los Marines a Fuenteherldos, y a partir de aquí hasta Galaroza la ruta se hace poco interesante geológicamente hablando, ya que solo se cortan sedimentos aluviales actuales. Desde éste último pueblo podemos desviarnos a la aldea de Las Chinas, con la mina del mismo nombre por encima de ella, cuya visita puede ser peligrosa por el mal estado de las galerías abandonadas desde hace mucho. Estas rocas metamórficas pueden verse también en el km 72 y mas adelante se cortan tres grandes niveles de rocas ígneas básicas metamorfizadas, incluidas en las omnipresentes metavulcanitas esquistosas ya descritas.
Se llega a El Repilado, donde podemos observar las dioritas (rocas ígneas básicas) en las que se asienta el pueblo.
Hacia Cortegana no aparecen términos nuevos hasta el km 76, aquí una gran falla de desgarre separa el sector septentrional del Macizo del meridional, en el que inmediatamente encontramos los gneises tan abundantes en este sector, seguidos por los mismos mármoles que podemos hallar en Aracena. y de nuevo mas gneises hasta Cortegana.
Desde aquí puede seguirse un sendero de pequeño recorrido (que parte de la ermita del Calvario y está señalizado como P.R.A-1-2) que corta rocas de silicatos cálcicos inmediatamente antes de entrar en los gneises. Si se prefiere, buena parte de este sector meridional se puede reconocer desde la misma Aracena: los gneises se observan perfectamente por la carretera de Sevilla.
Y los primeros km de la carretera a Corteconcepción atraviesan unos esquistos que son los materiales mas antiguos de toda la región, con una edad de alrededor de 1000 millones de años.
3. Más hacia Armórica: el Sector Norte.
Este recorrido constituye una transversal bastante buena de las unidades de rocas metamórficas de bajo grado y sedimentarias del margen más interno de Armórica. Se trata de la crta. que va a Hinojales, desde las proximidades de Los Marines. Hasta el km 3,5 del tramo desde esta población a la de Cortelazor, se cortan materiales del sector septentrional del Macizo de Aracena. Algunos ya los conocemos: rocas ígneas básicas metamorlizadas y algo de las metavulcanitas esquistosas. Otros son pizarras satinadas moradas o grises y gneises, aflorantes especialmente en el km 5.2.
A partir del mencionado km 3.5 una gran falla de desgarre nos da paso a una monótona unidad de esquistos y rocas volcánicas verdes metamorfizadas (estas últimas se cortan todo a lo largo de la crta. Carboneras-Castañuelo-Corterrangel). Desde el ayo. Guijarra hacia el norte otra falla nos adentra en nuevas pizarras y areniscas, aunque de edad menor (entre 390-510 m.a.).
A unos 15 km de Hinojales comienzan otras unidades, justo después del cruce con la písta que, a la derecha, va al pie de la Sierra de Hinojales. Es una alternancia muy repetitiva de niveles de pizarras y areniscas, depositadas en el margen continental por avalanchas submarinas hace 325-390 m.a.
A 10 km del pueblo, y tras pasar pequeños espesores de pizarras, cuarcitas y areniscas, nos encontramos otra vez con las mismas pizarras del ayo. Guijarra, que aquí se levantan para formar la Sierra de Hinojales. Esta repetición nos indica que hemos atravesado un gigantesco pliegue, cuyo núcleo está cortado por fallas.
Después de la sierra, el descenso a Hinojales se hace atravesando rocas volcánicas y sedimentarias formadas a poca profundidad en el mar que bañaba las costas del antiguo continente.
La crta. Aracena-Carboneras también permite un buen corte de parte de los materiales mencionados. Partiendo de Aracena se pasa por rocas del sector septentrional del macizo y, a los dos kilómetros, una falla nos introduce en la potente serie de esquistos y rocas volcánicas verdes metamorfizadas que vimos antes en las inmediaciones de Cortelazor. Pasando Carboneras estos materiales afloran espectacularmente replegados en los cortados de la carretera, que sigue el trazado del ayo. Grande, bien encajado entre los relieves que forman estos resistentes materiales. Donde el arroyo entra en el amplio valle de la rivera de Huelva, los fuertes relieves se acaban donde afloran tres bandas de varios tipos de pizarras, esquistos y espectaculares conglomerados cuyos pequeños cantos están completamente aplastados. Unas calicatas abandonadas en un cerro a la derecha de la carretera permiten el estudio de algunos de estos materiales. Mas allá comienza el ancho valle de la rivera de Huelva, excavado en una blanda y monótona serie de pizarras y areniscas que también se vieron en el itinerario anterior.
4. En busca de Laurasia: la Ruta Sur.
Existen varias carreteras que se dirigen hacia la comarca del Andévalo y que nos adentran en la monótona geología de la Laurasia onubense, cortando los materiales que hay inmediatamente al sur de la sutura, que son los que más nos interesan por variedad y proximidad.
La ruta que parte de Aracena hacia Campofrio atraviesa primero los materiales de la corteza oceánica, de los que luego hablaremos. y a partir del km 32 atraviesa enormes extensiones de pórfidos graníticos y luego de granitos.
Otra carretera es la N-435 Huelva-Badajoz desde su km 82 hacia el Sur, cortando los materiales mencionados y unas diabasas (rocas ígneas básicas) de color verdoso o gris, que son las más modernas de todas las rocas ígneas de la zona.
Más hacia el sur, se cortan por estas carreteras extensiones enormes de pizarras, areniscas y rocas volcánicas con abundantes yacimientos de pirita, la mayoría con restos de antiguas labores mineras. Constituyen. al parecer, materiales submarinos depositados en relación con un vulcanismo subacuático junto a un arco de islas volcánicas, con abundante emisión de sulfuros y cobre, oro, plata, etc., que todavía se explotan en Riotinto y su comarca.
5. Entre Armórica y Laurasia: el Océano de Japeto.
Los restos de la corteza oceánica del desaparecido océano de Japeto que fueron cepillados y levantados por el choque entre los dos continentes pueden seguirse por el contorno sur del Macizo de Aracena. Aunque están repetidamente adelgazados y recortados por fallas, afloran en amplias extensiones, originando relieves deprimidos por lo general, a causa de su poca resistencia a la erosión.
Hace millones de años esta corteza estaba constituida por rocas ígneas básicas, principalmente basaltos y gabros, sobre las que se depositaron sedimentos arcillosos y arenosos. El metamorfismo transformó las rocas ígneas en anfibolitas (1), rocas bandeadas de aspecto moteado, con minerales blancos y verdes bien visibles. Las rocas sedimentarias son ahora esquistos y cuarcitas. El mejor corte de estos restos del antiguo océano lo ofrece la crta. que va desde la N-435 a Almonaster, a partir del km 10.3, por la que se va pasando por una amplia gama de anfibolitas. Desde esta localidad a Gil Márquez se atraviesan los términos metasedimentarios de la serie, incluyendo una potente cresta de cuarcitas ferruginosas que origina la elevación del cerro de Almonaster.
Desde el km 3 de esta ruta se pasa por una falla a los granitos y pórfidos del margen de Laurasia.
6. A saltos por las últimas rocas ígneas.
En las últimas fases de la colisión bicontinental, grandes masas de magma fueron ascendiendo desde las zonas profundas de la corteza continental hasta enfriarse y solidificar todavía a gran profundidad formando lo que se llama una roca ígnea plutónica.
Algunas masas se enfriaron entre grandes presiones, por lo que sufrieron un fuerte metamorfismo. Es el caso de la granodiorita deformada de Gil Márquez, observable en unos cortados y canteras junto al pueblo. Esta roca, que también podría considerarse como un gneis, presenta un agradable aspecto al corte ya que posee calidad ornamental.
Otras rocas plutónicas se emplazaron tardíamente, por lo que solo presentan intensa fracturación.
Aparte de los granitos y pórlfdos ya comentados antes, hay que destacar las pequeñas masas de sienitas, una roca granuda y rosada que aflora bien en el km 78.6 de la N.433, bastante cerca de Cortegana.
Las dioritas son muy abundantes en toda la zona, habiendo intruido a partir de grandes fracturas, especialmente la que separa la corteza oceánica del sector meridional del Macizo de Aracena, y que puede encontrarse a menudo cuando se recorren las anfibolitas de dicha corteza. La localidad de La Nava está situada sobre una gran masa irregular de dioritas, que recalentaron los esquistos de los alrededores al emplazarse, produciendo una franja de metamorfismo de contacto de 100-300 m. de anchura alrededor del cuerpo magmático. Hay masas de menor volumen en El Repilado y cerca de Los Romeros.
Como se dijo en otra ruta, las últimas rocas ígneas de la región son las diabasas que afloran en la N-435 y, en menor volumen, en la mina Maria Luisa de La Nava.
7. Después de tres millones de siglos...
La colisión produjo una gran cadena de montañas que en nuestra zona pudieron rebasar los 3000 m de altitud. Sin embargo, nada más nacer, estos relieves empezaron a erosionarse. En la actualidad, después de muchísimo tiempo y aconteceres innumerables, el Macizo de Aracena es una serie de formas orográficas redondeadas, normalmente de pendiente baja y cuya altitud máxima es el Castaño, de 962 m s.n.m.
La erosión ha dejado al descubierto el interior de la corteza continental, la cual tiene ahora en nuestra zona unos 30 km de espesor. Gracias a esta erosión imparable, podemos conocer las rocas que se formaron a enormes profundidades y estudiar la formación y evolución de la cadena. Además, los procesos erosivos han configurado el paisaje que ahora vemos, cuyo aspecto se remonta a sólo unos pocos millones de años atrás, en ocasiones unos miles de años, tal es la velocidad con que atmósfera, hidrosfera y energía solar contrarrestan los procesos internos del planeta.
Lo mas llamativo de este paisaje son las estructuras kársticas: formas rocosas producidas por el agua y el CO2 al actuar sobre mármoles, dolomías y calizas, rocas solubles muy comunes en nuestra sierra. No debemos olvidar, no obstante, estos paisajes, como todos, son efimeros y que desaparecerán dentro de pocos millones de años, si no antes.
La estructura kárstica más importante de la sierra es, sin duda, la Gruta de las Maravillas, cuya visita es obligada para los amantes del mundo subterráneo. Su intrincado recorrido, variedad de formas de disolución y, sobre todo, de precipitación y su situación, deben admiramos y hacemos pensar que se trata de una cavidad que ya ha pasado su juventud, seguramente acaecida hace pocos cientos de miles de años. Ahora la gruta pasa por una etapa de acumulación y cierre que la llevará a su destrucción conforme siga evolucionando el paisaje.
No debe dejar de visitarse el espléndido museo de mineralogía instalado junto a la gruta: se trata de una de las mejores colecciones andaluzas.
Una formación kárstica mas moderna es la Peña de Arias Montano, enorme acumulación de travertino formada no hace mas de 10.000 años por manantiales de gran caudal situados en una falla que separa las dolomías de la Sierra de la Virgen (posible reservorio de agua subterránea) de los impermeables gneises y vulcanitas esquistosas del macizo de Aracena.
En Zufre existe una masa travertínica similar, aunque menos espectacular que la de la Peña de Arias Montano, cuyo resalte sobre el valle de Alájar lo hace localización apropiada para la ermita de Ntr. Sra. de los Angeles.
Otras muestras de la actividad kárstica de las aguas de escorrentía las podemos observar en la cantera abandonada de mármol de la crta. de Navahermosa, a unos 700 mde la N-433. Pueden recogerse allí hermosas muestras del mineral calcita, bien cristalizadas, formada por precipitación de aguas cargadas de carbonato cálcico en las grietas de los mármoles. En los cortes dejados por las labores de extracción se aprecian perfectamente grietas de disolución por infiltración de aguas superficiales. Estas estructuras también aparecen en algunas canteras de mármol cerca de Aroche, especialmente en una todavía activa cercana al sendero P.R.A.1, a un par de km de esta población.
8. Ruta de las Minas: Riqueza y decadencia.
La extrema variedad de procesos y materiales geológicos acaecidos o existentes en la zona han permitido una gran abundancia de mineralizaciones, de las que se encuentran mas de 100 indicios en la zona, especialmente en el propio Macizo de Aracena. Muchos de ellos han sido explotados incluso en tiempos prehistóricos. pero actualmente no se registra ninguna actividad minera. Esto hace que la ruta que proponemos sea tanto de interés arqueológico como geológico. Como desgraciadamente la mayoria de las explotaciones son de difícil acceso y/o quedan apenas unos restos sin importancia, hemos escogido cuatro ejemplos que presentan sendos tipos de mineralización y son representativos de la historia minera de la zona.
Partiendo de Aracena, visitamos primero la mayor instalación de la sierra: la Mina María Luisa en el km 104 de la crta. N-455 a un km de La Nava. Aunque actualmente está abandonada, conserva importantes instalaciones de extracción y tratamiento, habiéndose beneficiado minerales de cobre y zinc, aunque también hay magnetita. En toda esa zona abundan los registros y socavones mineros, de situación imprecisa y deficiente estado de conservación.
Entre La Nava y Cortegana se halla la antigua explotación Eureka, donde se trabajaron filones de calcopirita, esfalerita y galena con cuarzo y calcita. Está cerca de la aldea de Puerto Lucía, a la que puede llegarse por carretera desde El Repilado o desde Cortegana.
Después se puede visitar la mína San Carlos junto a la aldea del mismo nombre al sur de Cortegana. Allí se aprovecharon unos gneises para la extracción de grafito en nivelillos milimétricos, a veces con bematites y magnetita.
Si volvemos a Aracena por la carretera de Linares de la Sierra tendremos oportunidad de conocer la mína del Cerro de la Molinilla a la que se accede por una pista que sale del Km. 29.5 de la mencionada carretera o por un camino vecinal que parte del campo de deportes de Aracena y se dirige a Alájar. Esta era una mína de pirita con abundante calcita. Todavía se aprecian ruinas de sus instalaciones en la ladera sur del cerro.
Para seguir los Itinerarios con comodidad y pleno conocimiento recomendamos el uso de la siguiente cartografia:
Mapa Geológico de España.
Serie E. 1:50.000
Hoja 917: “Aracena”.
Instituto Tecnológico y Geominero de España.
Mapa Topográfico Nacional.
Serle L. E. 1:50.000.
Hojas 896 (Higuera la Real), 916 (Aroche). 917 (Aracena), 918 (Santa Olalla de Cala) y 938 (Nerva).
Servicio Geográfico del Ejército.
Mapa Topográfico Nacional.
Serie E. 1:25.000. Hojas 917-I, 917-II, 917-III y 917-IV (Aracena).
Instituto Geográfico Nacional.
Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Mapa de senderos en el entorno de Aracena.
Isabel Barrero Márquez et al.
Excma. Diputación de Huelva y Centro de Turismo Rural de Aracena.
Mapa de Senderos de Pequeño Recorrido en el entorno de Cortegana.
Escala 1:50.000.
Ayuntamiento de Cortegana. Patronato Provincial de Turismo de Huelva.